La aparición de dificultades digestivas, estrías, entre otras, son aspectos que caracterizan el tercer trimestre de embarazo. Conoce mas sobre este periodo.
Los cambios en el tercer trimestre de embarazo son producto de las adaptaciones físicas, anatómicas, bioquímicas, fisiológicas, psicológicas, que hace el organismo para el desarrollo de la gestación, con el fin de asegurar tu salud y la de tu bebé. Estos cambios son normales, pero producen algunas molestias diferentes para cada mujer.
La hinchazón por acumulación de líquido, por ejemplo, en tobillos o manos, es normal que se presente, pero debes evaluarla mediante atención médica para poder establecer si existe anormalidad.
Por diversas causas, hormonales, mecánicas, etcétera, son frecuentes las molestias digestivas durante todo el embarazo. Particularmente en el tercer trimestre de embarazo, se presentan lo que se llama “reflujo y agrieras”, debido a cambios a nivel de los músculos del esófago y el estómago, y por la presión del abdomen. La acidez o intolerancia a algunos alimentos se da porque el movimiento gástrico es menor, sobre todo después de comer alimentos sólidos. El estreñimiento y la flatulencia obedecen a que los movimientos del intestino son más lentos y a nivel intestinal se absorbe mayor cantidad de agua.
En el tercer trimestre de embarazo, debido al mayor incremento en el tamaño del feto, es más probable que comiencen a aparecer las estrías. Su aparición es muy frecuente, sin embargo hay algunas mujeres que no las desarrollan debido seguramente a la constitución de sus tejidos, pero es muy importante que tengas en cuenta que algunos factores influyen en su aparición: aumento excesivo de peso materno por mayor distensión de la pared abdominal, o el ejercicio físico para mantener el tono muscular.
No existe ninguna crema o ungüento dermatológico que sea totalmente efectivo en la prevención de aparición de estrías de abdomen y senos, pero de todas maneras, humectar tu piel probablemente disminuirá el impacto estético. Posterior al parto será necesario hacer una evolución dermatológica.
La mente de mamá en el tercer trimestre de embarazo
En la última parte del tercer trimestre de embarazo se presentan estados de ansiedad, ocasionados por varios factores. El primero es la alteración en las fases de sueño ocasionados por la dificultad para acomodar el cuerpo cuando se trata de dormir, o por el aumento en la frecuencia urinaria, o por malestares.
Por el peso que debe cargar ahora tu cuerpo, también puedes sentir dolor de cadera y espalda, mayor cansancio físico, dificultad al caminar, que puede limitar la realización de tus actividades diarias y sensación de malestar general. Ante la falta de sueño, puedes tener alteraciones en la capacidad de concentración y en la memoria, un deseo permanente de ya tener a tu bebé para poder desarrollar todas las expectativas que se han generado durante el embarazo, sensación de incapacidad e impotencia ante la responsabilidad del cuidado de tu hijo que está por nacer y por ti misma.
Otras sensaciones se dan en vulnerabilidad y dependencia tanto física como psicológica, puedes no sentirte atractiva frente a tu pareja, que te lleva a pensar en futuras alteraciones en tu relación, ansiedad generada por miedo originado en incertidumbre frente al parto, temor al dolor del trabajo de parto, no tener certeza de los resultados finales del nacimiento y posibilidad de complicaciones que se pudiesen presentar.
Todo ello comprende razones muy importantes en tu estado psicológico, al encontrar también presión en tu entorno familiar, social y laboral, donde también hay personas deseosas de culminar el proceso de embarazo y poder vivir una mayor realidad a través del recién nacido.
En el tercer trimestre de embarazo es más frecuente que tengas y recuerdes con mayor facilidad sueños mientras duermes y también notes que es más fácil recordarlos. Esto es una forma de liberar los procesos de ansiedad que tengas en esta etapa del embarazo.
En términos generales, todos los sentimientos de miedo, ansiedad, temores, impotencia, etcétera, los puedes manejar expresando tus dudas al personal que te atiende, define claramente desde un principio la fecha probable (que es de varios días) del nacimiento, organiza el tiempo para que tengas varios momentos durante el día para descansar y atender los aspectos domésticos, laborales, académicos, económicos. Si es necesario, busca apoyo en salud mental. En síntesis, debes procurar estar tranquila; de esta manera, lograrás transmitir esta misma sensación de tranquilidad a los demás y a tu bebé.
Listo el bebé
En los inicios de tercer trimestre de embarazo, tu bebé mide aproximadamente 35 centímetros y tiene un peso de 1.135 gramos. Es en esta etapa, y sobre todo a partir de las 30 a 32 semanas, cuando mayor ganancia de peso logra para alcanzar hacia las 40 semanas una talla de 50 centímetros y peso entre no menos de 2.500 y no más de 3.800 gramos.
Además, continúan desarrollándose varios órganos. Aunque ya todos están formados, se están madurando en la etapa final para la preparación al nacimiento y para enfrentarse a la vida extrauterina. Entonces se produce el acomodamiento del bebé: debido a que las nalgas son la porción más abultada de su cuerpo, van a ocupar el sitio más amplio del útero, que es el fondo, y la cabeza pasa a ocupar la porción inferior. Algunas veces el bebé no estará de cabeza, es decir, estará de nalgas.
En tercer trimestre de embarazo también aumenta el volumen del líquido amniótico y lo continúa haciendo hasta las semanas 34 a 36. La placenta también tiene cambios dentro de un proceso de maduración.
Todos estos cambios en general van a tener efectos diferentes: los movimientos de tu bebé no disminuyen al final del embarazo, lo que pasa es que tu percepción va a ser diferente; ya no sentirás como golpes o puñetazos o patadas, sino que sentirás como movimientos de rotación, como si tu hijo diera vueltas. Esta descripción de movimientos también se asocia a períodos de mayor quietud, debido a que tu bebé tiene períodos más largos de sueño, que no son otra cosa que cambios tendientes a adaptarse cuando nazca.
A partir de las 36 semanas, el líquido amniótico disminuye, debido a los cambios en la circulación placentaria, que obedecen a la maduración placentaria. Esto finalmente ocasiona menor cantidad de producción de orina fetal, que resulta en menos cantidad de líquido amniótico.
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