Cuando hay un bebé en casa, se tiene un explorador, un curioso que conoce y se quiere apropiar del mundo que le rodea. Ten presente que el concepto de ‘no’ aún no está integrado en su vida, menos el de peligro; por ello, todavía no es consciente de sí mismo y su separación con lo que le rodea. En consecuencia, la protección de su bienestar es parte de la responsabilidad que se tiene como papá o mamá.
Las acciones a tomar en consideración cuando hay un bebé para ofrecerle una casa segura se resumen en controles arquitectónico y ergonómico más una actitud de reconocimiento del riesgo y control del peligro. El control arquitectónico corresponde a acciones como la instalación de barandas a la subida y bajada de las escaleras; la disposición de rejas, si se vive en apartamentos con ventanales altos, recordando que estos elementos deben abrirse fácilmente en caso de algún incidente; colocación de puertas que impidan el ingreso de los bebés a la cocina y superficie antideslizante en los escalones, entre otras.
Los controles ergonómicos se inician con la compra de cunas con barandales de mínimo 60 centímetros de altura y máximo seis de separación entre barrotes, para evitar que el bebé meta la cabeza entre ellos y ésta quede atrapada; también ubicando la cuna lejos de ventanas. No te confíes de las almohadas cuando tu niño está pequeño, él se mueve y puede caer; además, podría asfixiarse con una. Estos controles incluyen la instalación de protectores en los esquineros de las mesas bajas y disponer tapas para las tomas de corriente ya que los orificios llaman poderosamente la atención de los bebés y son objeto de constante .
Guarda en estantes los objetos frágiles que puedan romperse y herirlos. También es recomendable reducir al máximo el uso de extensiones, cuerdas que estén a su alcance, pues pueden tropezar, caer e incluso ahorcarse con ellos.
Los medicamentos deben guardarse bajo llave; no hay fármacos seguros. Los objetos filosos, puntudos y las armas de fuego no deben estar al alcance de los niños. Los elementos de aseo es mejor guardarlos en un estante arriba, a diferencia de las golosinas que sí deben estar al alcance de los niños.
Para algunas familias puede ser irrelevante el desorden de la casa, pero se ha demostrado la existencia de una relación directa entre el espacio físico en el que se habita y el espacio mental. Por lo tanto, los espacios desorganizados generan dificultades en el aprendizaje y en el desarrollo psicomotriz de tu bebé.
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