Debido a la transformación que en la época moderna ha tenido la conformación de la familia, es muy común encontrar familias monoparentales donde la figura paterna no está presente, o donde padre y madre cumplen una doble función parental. Por ausencia muchas veces mal interpretamos un proceso de separación o divorcio, lo cual no implica necesariamente la ausencia del padre en su totalidad. Existen diferentes posturas en términos investigativos acerca de la importancia de la figura paterna en el desarrollo de los niños, algunos estudios manifiestan que la presencia del padre no es trascendental en el desarrollo y que esto no los hará mejores o peores en ningún sentido. Por otro lado hay estudios que argumentan dificultades de orden afectivo y emocional en niños y niñas cuya figura paterna ha estado ausente. Pese a las diferentes razones que existen y que no hacen posible la presencia del padre en la familia, es importante tener en cuenta los siguientes aspectos: Mamá y papá son dos entidades muy diferentes para el niño y cada quien tiene un aporte diferente en lo que a desarrollo y crianza respecta. Esto se debe a que padre será quien influenciará aspectos de su sexualidad y roles en términos de género tanto en niñas como en varones, los valores y la moral, al igual que ayudará en el proceso de transición emocional de liberación del apego hacia la madre. En general los seres humanos tenemos cuatro diferentes fases del desarrollo que requieren de los dos roles, donde el padre es referente en las 3 últimas; infancia, adolescencia y adultez, jugando un papel fundamental en la madurez emocional. Entonces ser padre no se trata de la persona en sí, sino que se enfoca en la función que se cumple dentro del rol. De esta manera las figuras paternas alternativas (abuelos, tíos o padres adoptivos) son igual de válidas e importantes en el desarrollo de los niños y adolescentes. Asumir el rol paterno va más allá de la biología, pues su importancia no radica únicamente en la presencia física, sino de un vínculo que se establece entre el padre y el niño y quien logrará percibirlo cuando existe disponibilidad y amor incondicional.