Los buenos modales en la mesa para niños dependen de que los adultos asuman el proceso alimenticio como una función más de las que se deben cumplir durante el día.
Muchas veces los padres centran toda su atención en el proceso alimenticio de sus hijos, pero también toda su tensión y eso transmite a los niños tanta presión por comer que se vuelve un drama.
Los pequeños entienden la alimentación desde que comienzan a lactar, para ellos comer es algo más de lo que sucede a diario, como el baño, ser vestidos o jugar. La alimentación del bebé es fundamental en su desarrollo.
La ingesta de alimentos debe hacerse con tranquilidad, firmeza y mucho cariño. Igual que la madre del recién nacido le ofrece el seno, más adelante al bebé se le ofrecen las compotas, luego las sopas y así sucesivamente, de manera que cuando llega a una edad en la que se escalona la alimentación, se le plantea una organización para comer, en unos momentos puntuales del día y así ir enseñándoles buenos modales en la mesa.
Eso significa: desayuno, media mañana, almuerzo, onces y comida, es decir, cinco oportunidades para comer mientras el niño está despierto; una oportunidad cada dos horas y media aproximadamente, lo cual es suficiente. Por tanto, no nos debemos angustiar porque el niño necesita más de comer, pues no puede consumir porciones como las de un adulto.
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Consejos para lograr buenos modales en la mesa para la alimentación en bebes.
El orden es muy importante: le ofrecemos el desayuno, después la media mañana; luego, a su hora, el almuerzo; en la tarde las onces y luego, la comida, así, cuando llega la hora, se le ofrece la respectiva comida.
Si el niño quiere comer, ¡perfecto! Si no quiere, no se le obliga ni presiona con ruegos, amenazas, castigos o premios, esto no contribuirá de forma positiva para lograr buenos modales en la mesa para niños.
Cuando llegó la hora de almorzar, le ofrecemos la comida y si no quiere, vuelve y ofrece las onces y así sucesivamente. No se trata de “paladearlo” con alguna cosa en el intermedio, pues con eso no se le transmite la disciplina que corresponde; no le debemos dar a deshoras porque se altera el proceso alimenticio.
Así deben obrar todos los adultos relacionados con el niño. Igualmente, así el niño decida no comer, se recomienda que se siente en la mesa con el resto de la familia, durante el tiempo que dure esta actividad, ya que estos espacios también son sociales y es un momento intimo para compartir en familia y lograr buenos modales.
Para lograr buenos modales en la mesa para niños es importante establecer reglas que sean conocidos por el grupo familiar para los cuidados especiales del niño, y así todos los miembros de la familia puedan manejar cualquier situación de manera consistente. De lo contrario se va a desequilibrar la formación que le queremos dar a los niños.
Carole Glisser
Nutricionista
Universidad del desarrollo
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