Es importante identificar factores de riesgo que alteren la capacidad del lactante para mamar como escasa habilidad, irritabilidad, peso bajo o elevado, parto múltiple, frenillo, anomalías faciales, problemas neuromotores y enfermedades.
También hay que identificar a las madres con dificultades para el amamantamiento como fracaso con hijos previos, pezones con grietas o sangrantes, congestión mamaria, dolor, enfermedad aguda o crónica, anomalías de la mama, cirugía mamaria, etc.
Cómo conocer los signos de amamantamiento ineficaz:
· pérdida de peso mayor del 7%,
· menos de 3 micciones o deposiciones al día
· heces meconiales después del cuarto día
· lactante irritable o inquieto o por el contrario demasiado somnoliento
· y que rechaza las tomas
· dolor de pezones persistente o creciente
· congestión mamaria que no disminuye tras la toma
· lactante que no ha empezado a ganar peso a partir del quinto día, o que no recupera el peso al nacimiento a los 15 días.
Si la eficacia del amamantamiento no es adecuada se puede evaluar las técnicas de amamantamiento, estimular la succión con calostro exprimido, utilizar
sacaleches, asegurarse de conocer las técnicas de amamantamiento,asegurarse de que la madre entienda las explicaciones e incluir a miembros de la familia en la educación en lactancia y hacer nuevo control en 48 horas.
Se aconseja el amamantamiento sin restricciones de 8 a 12 veces al día, durante los primeros quince días de vida. Los padres deben conocer que cuanto más succiona el niño más leche se produce. Deben reconocer los signos precoces de hambre: como succión, búsqueda, llevarse la mano a la boca, irritabilidad.
También deben aprender a despertar a un lactante que esté demasiado adormilado, al menos cada cuatro horas quitando la ropa, cambiando el pañal, cogiendo en brazos o dando masaje al bebé.
Hay que realizar tomas frecuentes, largas y a demanda del niño, es decir,amamantar siempre que el bebé tenga hambre y hasta que esté satisfecho
(algunos se llenan con un solo pecho). Debe vaciar el primer pecho, mamar entre15-20 minutos antes de ofrecer el segundo.
Se debe evitar el uso de chupetes y tetinas, por que confunden al niño provocando que succione incorrectamente, así como los suplementos de suero o fórmula no indicados por razones médicas. Son innecesarios,
perjudiciales, ya que disminuyen la succión del niño y la secreción de prolactina.
Si fuera necesario suplementar con fórmula, el utilizar la leche de la madre siempre debe ser primero y procurar dar los suplementos con vaso, jeringa o cuchara.
Francisco Moraga
Pediatra
Universidad de Chile
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