Una rutina diaria que incluya limpiar, humectar y proteger, será suficiente para el cuidado de la piel de tu bebé. Además, te contamos qué debes tener en cuenta para prevenir irritaciones, resequedad y alergias.
La piel de tu bebé es tan perfecta y suave… parecería que no necesita de muchos cuidados. Sin embargo, hoy entendemos que la piel del bebé es muy susceptible a agentes externos ya que es más permeable que la de los adultos, le cuesta trabajo retener la humedad y le es difícil mantener su temperatura. Esto se debe a que su barrera protectora todavía se encuentra en desarrollo. Y si bien el cuidado de la piel de tu bebé no debería ser una tarea complicada, sí debes tener cuidados básicos especiales que la mantengan sana.
Rutina diaria de limpieza, humectación y protección.
Para mantener la piel de tu bebé sana, sin irritaciones, resequedad ni alergias, es recomendable tener una rutina diaria que incorpore un limpiador suave, una crema o loción humectante y, en caso de que tu bebé tenga más de 6 meses, un bloqueador solar. . . . Con esta rutina no sólo la protegerás, sino que también ayudarás a que su barrera protectora se fortalezca.
7 cosas que debes tener en cuenta para cuidar la piel de tu bebé
Para cuidar la piel de tu bebé, ten en cuenta estas 7 cosas:
1. Limpieza: El cuidado de la piel de tu bebé empieza por el baño. Debe ser corto y enfocarse en las áreas del pañal, cuello, axilas y dobleces en la piel. Revisa la temperatura del agua (que esté tibia) antes de empezar a bañarlo. Ten en cuenta que muchos jabones remueven los aceites naturales protectores de la piel, resecándola e inflamando.
2. Perfumes y fragancias: Seguramente te encanta que tu bebé huela bien. Pero desafortunadamente, los perfumes y fragancias que contienen muchos productos para el cuidado de la piel, incluyendo jabones y toallitas húmedas para bebés, pueden provocar alergias en las pieles más delicadas. Utiliza siempre productos libres de fragancias y perfumes.
3. Humectación: La piel de tu bebé pierde humedad rápidamente, por eso, la hidratación es un paso importante dentro de la rutina diaria de cuidado y, especialmente, después del baño. Humecta la piel de tu bebé 1 o 2 veces al día con una loción hidratante que esté dermatológicamente probada y no tape los poros.
4. Protección solar: Muchos de los protectores solares utilizados por adultos contienen químicos para absorber la luz ultravioleta, así que mejor no uses el tuyo en tu piel. Si tu bebé tiene 6 meses o más, busca un protector solar especialmente formulado para niños, con factor de protección mayor a 30 y resistente al agua.
5. Pañales: Los irritantes más comunes para la piel de los bebés son su propio orín y materia fecal. Por eso, cámbiale el pañal frecuentemente y tan pronto veas que ha hecho popó. También es recomendable dejarlo sin pañal unos momentos al día para que su colita se seque bien y respire.
6. Ropa: Quita las etiquetas de la ropa nueva de tu bebé para que no le maltraten la piel. Igualmente, lávala antes de estrenarla para eliminar sustancias que puedan ser irritantes. En el lavado de la ropa de tu bebé utiliza también un detergente suave, sin colorantes, perfume ni fragancia. Por otro lado, escoge la ropa de tu bebé de acuerdo con el clima o la temperatura en la que vive. Tu bebé no debería estar sudando o sintiendo frío con su ropa.
7. Saliva: La presencia constante de saliva en la carita y el cuello de tu bebé puede terminar irritando su piel. Utiliza un paño suave para limpiarla frecuentemente o baberos que pueda estar cambiando.
Una rutina diaria para limpiar, humectar y proteger del sol la delicada piel de tu bebé es el cuidado básico que debes seguir para mantenerla sana y protegerla de irritaciones, resequedad y alergias. Sin embargo, muchas veces los bebés tienen reacciones inmunes o factores genéticos que contribuyen a provocar alergias y condiciones dermatológicas severas, difíciles de controlar. En tal caso, consulta con tu pediatra o dermatólogo.
Mi manuel del bebé.
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