El crecimiento del cuerpo presenta una tendencia más o menos estable de desarrollo, a un ritmo un poco menor que en los meses anteriores. Mensualmente, el peso aumenta unos 300 gramos; la talla, un centímetro y medio; y la circunferencia cefálica, aproximadamente medio centímetro.

Tu bebé en su dimensión corporal aprende a gatear, lo que facilita su desplazamiento por sus propios medios a los diferentes rincones de la casa y amplía con gran potencia su movilización autónoma.

La gran mayoría de los bebés en estos dos meses lograrán sentarse por sí mismos, mejorando aún más su independencia. Utilicen mejor la pinza digital al ser capaz de agarrar objetos con los dedos índice y pulgar, lo cual les facilita la manipulación de objetos pequeños.

Un gran hito en el desarrollo del lenguaje oral es pronunciar claramente una o más palabras con la comprensión correspondiente de su significado. Cabe recordar que los bebés primero tienen un lenguaje comprensivo de la palabra para luego pasar a la pronunciación.

Juegan con su imagen en el espejo e imitan cuando les muestras cómo aplaudir y hacer el ademán de despedirse o decir adiós con sus manos. Distinguen a las personas extrañas, a veces lloran y buscan protección en su mamá u otra persona significativa, lo que se conoce como ‘angustia ante los extraños’.

Otro adelanto es que se introduce en la temática del tiempo con el inicio de una clara comprensión de antes y después. Resulta significativa la incorporación del empleo de gestos y la imitación de muecas de tristeza, alegría u otras enseñadas por otros niños o adultos.

Tu bebé continúa en la etapa oral activa, durante la cual muerte. También es común encontrar un apego especial a un objeto o juguete que le da cierta seguridad en los momentos de angustia (osito, trapito, manta u otros), los cuales le sirven para relajarse mientras los abraza o carga. Estos se llaman objetos transicionales. El uso de ellos es normal y sirven para controlar las tensiones propias de la edad.

Pautas de crianza para el desarrollo de tu bebé

Para realizar un acompañamiento afectuoso al bebé durante esta edad, se sugiere que los papás se apoyen en conocer las vivencias y procesos propios del desarrollo del niño o la niña en particular, con el fin de brindar un soporte acorde a sus necesidades.

Las relaciones amistosas y confiadas que tu bebé construye le genera la seguridad afectiva requerida para superar con éxito las dificultades que se le presentan, de esta forma se logra evitar cualquier trauma psicológico que deje secuelas.

Para superar los padecimientos por la angustia de separación que puede experimentar papá ante la ausencia temporal o definitiva de la mamá, el u otra persona significativa, es fundamental el apoyo de una persona cercana afectivamente al bebé, que le ayude en este período de crisis a proporcionarle el objeto transicional ya satisfacer afectuosamente las necesidades que se presentan.

El amor incondicional de los padres y demás miembros cercanos de su familia y la seguridad de contar con su apoyo en cualquier momento que lo requieran, brindarán al pequeño la seguridad suficiente para enfrentar dificultades y para sobrellevar suficiente con calma las experiencias propias de su proceso vital.

Acompaña inteligente y afectuosamente el proceso por el que transcurre tu bebé, orienta su camino sin coacciones y controla los probables riesgos que corre, estas son tareas propias de la crianza humanizada, la cual debes ofrecer para un adecuado crecimiento y desarrollo de tu bebé.