Vacunar a nuestros niños es una medida fundamental para combatir y erradicar la meningitis meningocócica. Aprende todo lo que debes saber sobre esta enfermedad y conoce importantes recomendaciones para su control.
La enfermedad meningocócica es una enfermedad poco frecuente pero que puede ser grave y por esta razón, es importante entender cuáles son los factores esenciales para prevenirla y tratarla. No se trata de un juego. Conocer la información básica y la protección que ofrecen las vacunas contra esta bacteria, son la maneras más eficaces de erradicarla y evitar su propagación.
¿Qué es la meningitis?
Es una inflamación de las membranas que cubren al cerebro y a la médula espinal, conocidas como meninges, que se puede producir por distintos microorganismos como bacterias, virus, hongos y parásitos.
Entre las bacterias más comunes que pueden producir la meningitis, se encuentran el neumococo, meningococo y haemophilus influenzae tipob. Para cada una de ellas, existen vacunas pensadas en su prevención y control.
Lactantes un grupo de riesgo
Esta enfermedad infectocontagiosa puede contraerse a cualquier edad, pero los individuos más susceptibles y en los que el meningococo se desarrolla frecuentemente, son los lactantes menores de 1 año. Ser lactante se toma como un factor de riesgo, debido a que los niños en esta etapa no producen muchas defensas ya que sus sistemas inmunes aún son inmaduros.
Una característica para destacar es que estos menores de 1 año en general son sanos y no cuentan con ningún antecedente, salvo su edad.
Conociendo a profundidad la Meningitis Meningocócica
La meningitis no es una enfermedad hereditaria. Se contagia a través de gotas de saliva o de la respiración cercana a la cara de otro individuo. Esta bacteria, actúa en el cuerpo entrando por el aparato respiratorio superior para después invadir el torrente sanguíneo.
Como todas las enfermedades que se transmiten por vías respiratorias, el meningococo se vale de condiciones como el hacinamiento y lugares cerrados para su contagio y rápida propagación.
La enfermedad puede ser producida, en la mayoría de los casos, por cinco serogrupos: A, B, C, W, Y. El meningococo puede producir la meningitis o una forma más severa llamada Meningococcemia, que pese a ser una enfermedad poco frecuente, puede llegar a ser mortal.
Atención especial a los síntomas
El diagnóstico de la Meningitis Meningocócica es difícil de hacer, puesto a que, en sus primeras etapas, los síntomas son muy similares a los de un cuadro viral común:
- Catarro
- Fiebre
- Decaimiento
- Rechazo del alimento
Por esta razón, la alerta de padres y médicos debe ser máxima para poder combatir a tiempo la meningitis en caso de observar comportamientos físicos anormales o signos de alarma propios de esta enfermedad como:
- Rigidez en el cuello
- Vómitos en chorro
- Fiebre muy alta
- Manchas purpúricas en el cuerpo que no desaparecen al apretarlas
- En el serogrupo W, es factible que se presenten también síntomas gastrointestinales como diarrea
Complicaciones y secuelas físicas a futuro
Es sabido que al menos un 20% de los niños que sufren por la infección con meningococo, pueden quedar con secuelas. A corto plazo, pueden presentarse problemas como:
- Amputaciones de miembros
- Escaras que se pueden convertir en cicatrices permanentes en la piel
- Complicaciones o trastornos auditivos y/o visuales
- Convulsiones
A largo plazo se podrían manifestar secuelas:
- Cognitivas
- Insuficiencia renal
Prevenir y combatir: la vacuna como mejor aliada
La medida fundamental para combatir y erradicar esta enfermedad es la vacunación. Aunque no es la única solución, es una de las formas más efectivas para prevenir la enfermedad meningocócica y evitar el contagio, ya que el ser humano es el único reservorio que tienen las bacterias que producen este tipo de meningitis.
En Chile, particularmente hay dos serogrupos que se encuentran con mayor frecuencia en personas con enfermedad meningocócica: el B y el W. Estos dos serogrupos tienen la capacidad de producir brotes, por lo que su control y erradicación, son una materia de salud pública. La transmisión de la bacteria y el incremento de la infección se ven favorecidas durante la temporada de invierno, pero hay que tener en cuenta que se pueden dar casos a lo largo del año.
Otras prevenciones que pueden ayudar
Medidas higiénicas básicas pueden ser útiles para disminuir cualquier afección de tipo respiratorio, y estos casos de meningococo, no son la excepción. Por eso, es recomendable:
- Hacer lavado de manos frecuente
- Al estornudar, hacerlo en pliegue del codo
- Eliminar las secreciones respiratorias en pañuelos descartables
Las acciones de los padres son importantes para evitar que la meningitis meningocócica, se pueda desarrollar en el organismo de sus hijos. Es muy importante que consulten con el médico para despejar dudas, y de paso, puedan entender la protección amplia que ofrece la vacuna para combatir los cinco serogrupos de meningococo y los dos (B y W) que representan alto riesgo para los niños chilenos. Consultar al médico pediatra sobre cuándo iniciar la vacunación y cuáles son las vacunas necesarias para estar ampliamente protegido contra la enfermedad meningocócica, es una responsabilidad mayúscula.
Recuerda que ¡Para prevenir y proteger a nuestros niños, la vacuna es una medida fundamental!
Dra. María Gabriela Graña
Pediatra e infectóloga
Directora médica Vacunas GSK
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