El primer año de vida de un bebé está lleno de cambios y retos, y asegurar un sueño tranquilo y seguro es uno de los aspectos más importantes para su bienestar. Existen recomendaciones clave que pueden ayudar a los padres a crear un entorno adecuado para el descanso del bebé, minimizando riesgos y promoviendo un desarrollo saludable.
El sueño es un aspecto fundamental en el bienestar y el desarrollo de un recién nacido, y su calidad y seguridad preocupan a los padres, así que hay que seguir algunas pautas para garantizar el sueño seguro y saludable desde el primer día de vida:
Dormir boca arriba: fundamentalmente durante la siesta y la noche, pues reduce significativamente el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). Asegúrese de colocar al bebé en esta posición siempre.
Cuna: debe cumplir con las normativas de seguridad y no contener almohadas, mantas sueltas, juguetes ni ningún otro objeto en el interior. Un colchón firme y una sábana ajustada son suficientes. Además, es importante que el bebé duerma aparte, en la misma habitación que los padres pero sin compartir la cama.
Evitar el sobrecalentamiento: los bebés son más sensibles a las temperaturas extremas. Mantenga la habitación a una temperatura entre 18 y 21 °C y vista al bebé con una cantidad adecuada de ropa. Evite el uso excesivo de mantas y asegúrese de que la cabeza del bebé siempre esté descubierta.
Lactancia materna: está asociada con una reducción del riesgo de SMSL. Amamante a su bebé tanto como sea posible. Si no puede hacerlo, siga las pautas del pediatra para preparar y suministrar la fórmula con seguridad.
Chupete al dormir: está relacionado con un menor riesgo de SMSL. Sin embargo, no es necesario forzar al bebé a aceptar un chupete si no lo desea.
Evite el tabaco y el alcohol: asegúrese de que el ambiente del bebé esté libre de humo de tabaco. La exposición al humo de segunda mano aumenta el riesgo de SMSL.
Supervisión y contacto piel a piel: en el día, el bebé debe ser supervisado en todo momento cuando esté despierto y fuera de la cuna. El contacto piel a piel, especialmente durante el período del recién nacido, es beneficioso para el desarrollo y el apego emocional.
Vacunas: mantenga las vacunas al día según el calendario recomendado por el pediatra; previenen enfermedades graves que podrían afectar negativamente el sueño y la salud del bebé.
Educación continua: esté al tanto de las últimas recomendaciones de sueño seguro para bebés, ya que la investigación y las pautas pueden cambiar con el tiempo. Consulte regularmente al pediatra para seguir las prácticas más actualizadas y seguras.
Dr. DARÍO BOTERO
Pediatra
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