El covid-19 ha generado un gran cambio en la vida de las personas y ha hecho que las mujeres embarazadas sientan mayor preocupación por su salud y la del bebé.
Riesgos de contraer COVID-19 durante el embarazo
Las embarazadas no parecen tener una mayor susceptibilidad para contraer la infección, ni para presentar complicaciones graves, pero los datos existentes son limitados. La mayoría de ellas son asintomáticas o presentan una enfermedad leve y solo el 20% sufren los síntomas graves, que son fiebre (90%), tos (76%) y dolor muscular (44%).
Hay otros síntomas pero son menos frecuentes: anosmia (pérdida del olfato), expectoración, dolor de cabeza y diarrea. Sin embargo, es importante considerar comorbilidades porque aumentan la posibilidad de tener covid-19 de una manera complicada: hipertensión arterial, diabetes, enfermedad cardiopulmonar, enfermedades renales estadios III-IV, obesidad, inmunosupresión, infección por VIH, pacientes trasplantadas, tratamientos inmunosupresores y con corticoides.
En cuanto al feto, puede haber restricción de crecimiento intrauterino o parto prematuro (principalmente ocasionado por insuficiencia respiratoria que indica adelantar el parto).
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Impactos del COVID-19 en el embarazo y parto
Todas las empresas de salud tienen cursos psicoprofilácticos en línea que permiten estar al día en control prenatal y preparación para el parto. Mientras estamos en pandemia, la embarazada debe asistir sola a las ecografías y a las consultas de control prenatal y usar todos los elementos de protección personal. Te recomendamos leer: Importancia del control prenatal y las ecografías en el embarazo
Si durante el embarazo existen algunas afecciones de alto riesgo, las consultas virtuales quizás no sean una opción, por esta razón se debe hablar con el doctor o con la clínica para saber cómo puede verse afectada la atención médica.
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Si hay una fecha programada para inducción al parto o cesárea, la embarazada y la persona que la apoya deben hacerse la prueba de detección para covid-19 entre 24 y 48 horas antes de llegar al hospital y acaso tengan que repetirla antes de entrar a la unidad para trabajo de parto. Si la embarazada tiene síntomas o el virus, es posible que se programe el procedimiento.
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Las visitas después del parto también pueden afectarse. Además, durante la estadía en el hospital, tal vez les hagan pruebas a diario para detectar síntomas.
¿El bebé de una madre con COVID-19 puede nacer infectado?
La preocupación de las mujeres gestantes es el riesgo de la transmisión vertical, pero hasta el momento no se ha logrado confirmar en ningún caso.
Si la embarazada tiene síntomas respiratorios sin dificultad respiratoria, no debe asistir a control prenatal ni a ecografías en los siguientes 14 días. Por el contrario, debe programar su control prenatal con el médico para evitar exposiciones innecesarias.
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