Las caídas y golpes son situaciones comunes en los primeros años de vida de un bebé, especialmente cuando empiezan a moverse y explorar su entorno. Uno de los resultados más habituales de estos accidentes son los moretones, pequeñas áreas de coloración violácea que se forman por el acúmulo de sangre bajo la piel. Te explicamos por qué son tan comunes, cómo prevenirlos y cuál es la mejor manera de tratarlos para cuidar a tu bebé.
Una caída, un golpe contra algún objeto o el roce con una punta o borde pueden generar una pequeña zona de coloración violácea que denominamos moretón y que corresponde al acúmulo de sangre en la zona afectada; puede acompañarse de sangrado o no.
Observamos los moretones con mayor frecuencia en los bebés en la zona de la cabeza, porque en esta edad la cabeza es más grande y pesada que el resto del cuerpo y además todavía no colocan sus manos y brazos de forma defensiva ante la ocurrencia de una caída. También cuando empiezan a caminar, no calculan bien y fácilmente se pueden golpear con las mesas y las sillas. Por eso debemos evitar que estos muebles tengan filos y bordes no protegidos y acolchados.
- No pongas ninguna sustancia o producto como: papas, carne, jabón, etc.
- Sobre una gasa, hay que poner hielo, durante 15 minutos; no directamente sobre la piel, para evitar quemaduras.
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