Después del tratamiento del agua para hacerla potable, la vacunación es probablemente la estrategia más importante desarrollada por el hombre para el control de enfermedades. Sólo imagina qué sería de la humanidad sin las vacunas para la meningitis, la difteria o la poliomielitis. Colombia tiene uno de los mejores y más completos esquemas de vacunación del mundo, no sólo por la preparación de los profesionales con los que cuenta, sino también por su cubrimiento en número de enfermedades. Todos los niños en Colombia reciben vacunas al nacer, a los 2, 4, 6, 12 y 18 meses, y cada año hasta los 5, para influenza, de manera gratuita y obligatoria.
Algunos de los efectos más comunes de las vacunas son: dolor, inflamación o enrojecimiento en la zona involucrada, fiebre, dolor muscular, malestar general e irritabilidad. Afortunadamente, todas estas reacciones son controlables. La vacunación no debería generar estrés en los padres, al contrario, debería vivirse como un momento positivo y feliz. Si te preguntas cómo hacerlo, aquí te damos algunas sugerencias:
¿Qué hacer antes de la vacunación?
- Lo primero que te recomendamos es hablar con el pediatra y preguntarle todo acerca del esquema de vacunación. Resuelve todas tus dudas, incluso, puedes pedirle que te recete de antemano la dosis de acetaminofén para controlar posibles reacciones.
- Asuma una actitud positiva. Ten en cuenta que gracias a las vacunas toda tu familia estará libre de enfermedades que, de otra manera, podrían ser causa de hospitalización o muerte. ¡Las vacunas nos hacen más fuertes!
- Alístale su objeto de apego, su cobijita o peluche más querido, si crees que ese niño le va a dar más tranquilidad a tu. También, si te gustan los libros, llévale un cuento.
- Explícale, sin importar su edad y en palabras sencillas, la importancia de las vacunas. Dile que son para que no se enferme; Aclárale qué puede esperar de ese día: puede que le duela o que no, puede que se asuste o que llore. Todas sus reacciones serán válidas.
- Si tu hijo está muy apegado a otra persona, como sus abuelos o un cuidador, invítala ese día. El acompañamiento de las personas que le importan le dará mayor confianza.
- Evita regañarlo, amenazarlo o pobretearlo. Deja que te vea sonriente y feliz porque con la vacunación… ¡tendrá “superpoderes”!
- Para tu información, las enfermedades leves como gripe, tos o fiebre leve no contraindican las vacunas. Lo importante es no perder la oportunidad de vacunación.
¿Qué hacer durante la vacunación?
- Si tu niño es pequeño, puedes acomodarlo recostado o sentado sobre ti y abrazarlo mientras le aplica la vacuna. Así se sentirá protegido.
- Los niños más grandescitos pueden quedarse parados y tú sentado, sosteniendo sus piecitos con los tuyos y abrazándolo.
- distráelo; muéstrale cosas que haya a su alrededor, juégale con su objeto de apego o léele suavemente un cuento. ¡Sin que se dé cuenta y en segundos, estará vacunado!
- Si todavía amamantas a tu bebé, puedes darle leche durante la aplicación. Qué mayor felicidad que sentir a su mamá bien cerca.
- Háblale calmadamente, pausado y con cariño.
- Tan pronto le pongan la vacuna anímalo y felicítalo por su comportamiento, aunque haya llorado.
¿Qué hacer después de la vacunación?
- En algunos casos, si te lo recomiendan, puedes ponerle hielo o pañitos con cremas antinflamatorias o analgésicas como prevención, en la zona de la aplicación.
- Probablemente habrá algo de dolor. Después de 6 a 8 horas de la vacunación podrás darle la dosis de acetaminofén recomendada por su pediatra o bien, según su peso, darle la dosis que le corresponda. De esta forma también controlarás otros posibles efectos secundarios comunes. Acetaminofén es el medicamento más recomendado por pediatras en el mundo para controlar el dolor y los síntomas de la vacunación en bebés y niños, es seguro y confiable.
- Ten a la mano el número telefónico del pediatra o del servicio de salud para que puedas consultar si se presenta algún otro síntoma.
- La vacunación no supone ninguna incapacidad por lo que deja que tu niño siga su actividad normal.
Ver y sentir a sus padres tranquilos, tener la información adecuada de antemano y sentirse acompañado y validado, hará que la vacunación sea una experiencia positiva para tu niño. Abrázalo, consiéntelo y felicítalo; la vacunación es un acto de amor.
Dr. Darío Botero
Médico Pediatra – Puericultor
Instagram: https://www.instagram.com/darioboteropediatra/
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